martes, 3 de junio de 2008

un día más

Hola!...
siiii, siii, si, ya sé que hacía demasiaaaaaaado demasiado tiempo que no daba alguna vueltecilla por estos lugares y creo que es casi imperdonable para mi que ahora esté aquí dando tumbos y poniendo solo lo que se me viene a la cabeza sin antes haber craneado ni una mínima idea coherente que pudiera interesarle a cualquiera.
¿de mi vida? nooo, no, de ella no hay demasiado que contar, salvo que los días se me han tornado más eternos, las noches más frías y las horas más insalvablemente extrañas y vacías que antes.
Hoy, en particular, hace casi tanto frío como en los días anteriores, la única gran diferencia es que la lluvia ha querido venir a ensombrecernos aún más lo ya ensombrecido y el cielo, casi como una muestra de compasiva misericordia, ha llenado de sus lágrimas hasta el último resquicio de las calles, así como queriendo dar muestra de que al igual que muchos por estos días, él también tiene más de alguna razón para llorar.
A veces pienso en la existencia sencilla de los animales y, debo confesar que mientras más los conozco, más los amo y más los diferencio de la brutalidad de los hombres. ¿de qué nos sirve el raciocinio a nosotros? me lo pregunto porque cada día pienso con orror en aquellos desgraciados que roban descaradamente quitándo el pan literalmente de la boca a tantos niños y tantas personas inocentes en todo el mundo, que nada saben y que lo único que necesitan y esperan es una existencia medianamente tranquila y digna.
bien... concluyo recordando una frase que una vez escuché ya no sé de quien, que decía:
"mientras más conozco a los hombres
más amo a los perros" y aunque yo ya hace mucho que dejé de tener perro confieso que extraño a la última perrita que tuve, así es que aunque parezca increíble le dedico parte de esta entrada a ella... a mi querida Balú que ahora está en el cielo de los perritos.
hasta pronto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Carito!

¡Qué lindo volver a tener noticias tuyas, amiga!

Aunque me preocupó mucho eso de que estés triste... ¿qué te anda pasando, mi niña? ¡Espero que no sea nada!

Te dejo muchos besos y ¡gracias por pasarte por mi blog!

Anónimo dijo...

¡ni siquiera dándote amor se puede contigo!Es casi una tragedia sentirse tan disminuido frente a tanta tristeza, asumir involuntariamente que, a pesar del tiempo y el amor dedicado, las cosas resulten todavía tristemente cotidianas.
Siempre he tenido claro que ciertas situaciones, contenidas en la mente e incluso en el corazón de algunas personas, no van a cambiar en la medida en que no se realicen mínimos esfuerzos, pero es que… al parecer nada es válido ahora; ni la fuerza, ni el amor ni el tiempo dedicado.
Vuelvo entonces a posicionarme al lugar que jamás dejé de ocupar, a añorar lo que no existió más que en mi imaginación ingenua, a escupir frases inconexas y a cantar canciones que nunca aprendí, en definitiva, vuelvo a ser uno más, tan anónimo como este comentario.
De todos modos y en un arranque de furia incontenible, producto de la desesperanza que viertes en tu desolado comentario, te dejo como regalo el más desesperado y profundo de los besos, ese mismo que no alcanza a apagar tu tediosa verdad y que, tal como dijo ese cantautor que tanto te gusta (Silvio Rodríguez) no pudo ser más que silencio.
Te Amo